Lascivia. Aquella con que me miras. Me encanta que reacciones así cuando mi lengua encuentra el lóbulo de tu oreja tras ascender por tu cuello. Adoro ver la urgencia con que intentas abarcarme y la rabia con que no lo consigues. Tus manos, tu boca, no son suficientes para tocar todos los rincones que quieres disfrutar en mi al unísono, ni tu cuello suficiente via para todos los jadeos que responden a los gemidos que te lanzo provocativos. Risas fluyen entre los dientes con que te muerdo en respuesta los que se clavan en mi cuello y arrancan oleadas de olas calientes en mis entrañas. Y así mis uñas pintan rojo intenso y paralelo en tu espalda. Así mis pechos escapan de tus manos que buscan desesperados un lugar más cálido y húmedo. Es así como entras para quedarte, sales para volver, vuelves para entrar y sientes, sientes, sientes, sientes.
Me encanta la lascivia con que me miras.
jueves
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